La noche es clara.
Tengo frío.
mi vida aprisionada.
Cómo aprendo las lecciones
intrascendentes, incongruentes
sorprendentes y demagógicas.
Siempre lo mismo.
Los mismos sueños,
las mareas monótonas
gravitando sobre nuestra historia:
de los Gracos a los Kennedy,
de Tito Livio a Menéndez,
en la recámara, Unamuno.
Julián Marías en la vanguardia,
Goethe en el permanente pacto,
incluso Edward Hallett
y su crisis absurda y polvorienta.
Sangre, vísceras, cansancio, olvido
¡Alienando el eje!
Si es que realmente existe
o es tan sólo un estertor,
pálida sombra de nosotros mismos.
¿Cuánto tiempo?
Quizás un instante,
nada más un instante.
¡Somos tan adolescentes en el universo!
lo que realmente somos es recientes,
hombres que no entienden a otros hombres.
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